Un electrocardiograma (ECG o EKG) es un procedimiento médico que registra la actividad eléctrica del corazón a lo largo del tiempo mediante electrodos colocados en la piel.
Un ecocardiograma es una prueba diagnóstica que utiliza ultrasonido para crear imágenes en movimiento del corazón, permitiendo evaluar su estructura y función.
La velocidad de onda de pulso (PWV, por sus siglas en inglés) es una medida de la rapidez con la que las ondas de presión se propagan a través de las arterias, utilizada para evaluar la rigidez arterial y la salud cardiovascular.
La cardiografía de impedancia es una técnica no invasiva que mide los cambios en la impedancia eléctrica del tórax durante el ciclo cardíaco para evaluar el volumen sistólico y el gasto cardíaco.
La contrapulsación externa aumentada (EECP, por sus siglas en inglés) es un tratamiento no invasivo que mejora el flujo sanguíneo al corazón mediante la aplicación de presión en las piernas con manguitos inflables sincronizados con el ciclo cardíaco. Se utiliza principalmente para tratar la angina de pecho y la insuficiencia cardíaca.
La pletismografía de impedancia es una técnica no invasiva que mide los cambios en el volumen sanguíneo de una extremidad o región del cuerpo mediante la variación de la impedancia eléctrica, utilizada para evaluar la circulación y detectar trastornos vasculares.
La prueba de esfuerzo es un examen médico que evalúa la respuesta del corazón al ejercicio físico, generalmente realizado en una cinta de correr o bicicleta estática, mientras se monitorean la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el electrocardiograma (ECG). Es útil para diagnosticar enfermedades cardíacas y evaluar la capacidad de ejercicio.
El holter cardiaco es un dispositivo portátil que registra continuamente la actividad eléctrica del corazón, como un electrocardiograma (ECG), durante un período prolongado (generalmente 24 a 48 horas) mientras el paciente realiza sus actividades diarias normales
El índice tobillo-brazo es una prueba no invasiva que compara la presión arterial en el tobillo con la presión arterial en el brazo, utilizado para evaluar la salud vascular y detectar enfermedades como la enfermedad arterial periférica.
El M.A.P.A. (Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial) es una prueba en la que se coloca un dispositivo portátil que mide la presión arterial durante un período prolongado, generalmente durante 24 horas, mientras el paciente realiza sus actividades diarias normales.
Es un estudio cardiológico que evalúa la respuesta del corazón al ejercicio físico. Su propósito principal es detectar la presencia de enfermedades coronarias, valorar la capacidad funcional del corazón y la respuesta a tratamientos previos, así como predecir el riesgo de eventos cardiovasculares futuros.
La medición de la presión aórtica central tiene como objetivo evaluar la presión que el corazón enfrenta directamente cuando bombea sangre a través de la aorta, el principal vaso sanguíneo del cuerpo.
La prueba de inclinación, también conocida como tilt test, se realiza para evaluar la respuesta del sistema cardiovascular a los cambios de posición y es especialmente útil en el diagnóstico de síncope vasovagal, que es una causa común de desmayos. El propósito principal del estudio es determinar si el sistema nervioso autónomo, que controla la frecuencia cardíaca y la presión arterial, responde adecuadamente a la gravedad cuando una persona cambia de posición, como al pasar de estar acostada a estar de pie.
El uso de un fotopletismógrafo permite medir la presión arterial de manera no invasiva a través de la detección de cambios en el volumen sanguíneo en los vasos, proporcionando datos detallados sobre la variabilidad de la presión arterial a lo largo del día y la noche, lo que es esencial para un diagnóstico preciso y una gestión efectiva de la hipertensión.